Febrero

Zito dice que haga lo que haga siempre estoy pensando en qué podría estar haciendo. Como un niño hiperactivo e inconformista nunca contento con una sola cosa y siempre soñando en un lugar mejor. Una verdad en la que no había reparado, pero si lo pienso detenidamente podría explicar mi vida entera según este motivante.

Y ahora, qué?

Ahora que Enero ha terminado, puedo empezar a pensar con claridad. Los cambios más importantes de mi vida siempre se gestan en Enero, con el frio, me gusta el frio, me ayuda a sobrellevar las consecuencias de mis decisiones. Después en Febrero, sopeso el alcance de las resoluciones y reparo daños.
Lo que le queda a mi imaginación es jugar a las ucronías, me cuesta tan poco disfrazarme de pasado, fantasear con que todo es igual, con aquella mancha de vino en la moqueta y los planes de trenes exóticos. Esbozo escenas que solo son verdad a medias y me pregunto si todo es una equivocación. Sólo la certeza de que mis nuevos diseños de futuro no son una completa locura me rescata de las dudas.
Enero es el peor mes del año para organizar una fiesta, con las deudas y el mal tiempo, por eso que me esperé a nacer en Febrero, con el desahogo. La celebración este año se va a dar entre un desastre de cajas y embalajes, un anticipo a la despedida final que abre el espacio intermedio, ese que va a ser tan difícil.
No puedo dejar de mencionar el doble cumpleaños. Basta de bastas cumple 3 años, como un marco de fondo de todos estos cambios, reflejo de mis mutaciones y siempre al borde del cierre, siempre pensando que cada post va a ser el último.

Y aqui les dejo un tema que me acompaña estos días, desde que lo escuché no me ha abandonado y suena en mi cabeza en un loop. Final Conflict de Laser Cowboys, porque una vez, en el oeste, todo era mejor.