Instrucciones: Cómo comer un Tunnock Teacake

El momento ideal de realizar el siguiente experimento es después del almuerzo, acompañando al café/tea. Como alternativa, se recomienda para la merienda, con el estómago vacío para apreciar adecuadamente los diferentes gustos y texturas.

1. Retiren el envoltorio con cuidado. Los bordes del soporte inferior son quebradizos y es engorroso encontrar chocolate desmenuzado sobre la mesa o el regazo, con especial cuidado en verano o bajo altas temperaturas. La propiedad del producto de derretirse puede llevar a situaciones indeseables si sacudimos las virutas que creemos sólidas pero que en estado líquido se extienden en forma de mancha marrón. Si carecen de formas, o no les importa el qué dirán pueden, como alternativa succionar la prenda manchada.

2. Sostengan el Tunnock Teacake con las yemas de los dedos sobre la base de galleta. Es importante que se sitúe en paralelo al suelo, con el vértice superior apuntando al cielo. No lo presionen con fuerza, rócenlo con gentileza pero con firmeza. A continuación, con los dientes, cree una brecha circular en la cubierta de chocolate de unos 1.5 centímetros de diámetro en el centro de la parte superior. La autora es consciente de la dificultad de la operación y la imposibilidad de crear un círculo simétrico debido a la herramienta utilizada. Aún así, recomendamos el uso de los incisivos ante cualquier utensilio cortante. La razón es el placer obtenido en la inmediatez de hacer llegar el chocolate directamente a las papilas.
Esta operación rompe el hielo con el snack, suponiendo el primero contacto gustativo que experimentamos. Dejen deslizar el chocolate en su garganta y aguarde unos segundos antes de pasar al siguiente punto de las instrucciones.

3. Posicionen los labios sobre el círculo creado de manera que éste quede cubierto por completo. Procure que el interior de sus labios esté lo más drenado posible porque esto afectará la cualidad crujiente del chocolate, que ha de mantenerse terso, evitando el derretimiento. Absorban el interior de nube esponjosa en una aspiración rápida y cortante, dejando que su boca se invada del azúcar transformado en números E. Marginalicen de su mente toda tendencia a una dieta sana y saludable para disfrutar por completo de la invasión dulce en su boca y sólo entonces, cierren los ojos para aislar el sentido. Si desean incrementar la sensación, les recomiendo, además, utilizar tapones para los oídos así como realizar el consumo en un ambiente libre de olores fuertes. Una vez en sus bocas, nunca, jamás utilicen los dientes para masticar la nube. Dejen que se deshaga junto a su saliva creando una masa semilíquida. Es un proceso más lento, pero mucho más placentero en el que advertirán cómo la cubierta de chocolate se quiebra bajo sus labios.

4. La textura pegajosa de la nube blanca impedirá la total impermeabilización del chocolate, y así, el siguiente paso implica destreza y velocidad, en un giro circular han de conseguir insertar sobre sus lenguas los restos de chocolate, ahora, deshinchado como un globo de helio tres días después de la fiesta. Deguste los trocitos sin ansiedad, con calma y a ser posible, con los ojos todavía cerrados (procuren abrirlos entre punto y punto, la razón no es otra que averiguar la situación del chocolate humillado). Olvídense de que cuentan con una dentadura y relama la superficie de la galleta próxima al mejunje.

5. Si ha seguido los pasos con detenimiento, la parte restante del pastelillo es la galleta utilizada como base. Por primera vez integrarán los dientes. Cómanse la galleta como si se tratara de lo que és, una galleta.

Muchos son los que discuten la necesidad de mordisquear el Tunnock Teacake en vertical para mezclar los sabores del chocolate, la nube y la galleta al mismo tiempo, pero como puristas y comedores compulsivos rechazamos la escuela ecléctica por creer que el proceso de la comida es tan importante como la digestión en sí.