Mi(s) album(es) del mes

Encuentro extrañamente placentero tener una perezosa resaca un miércoles. Las resacas de los viernes son más de rigor, pero la de los miércoles me mantiene joven y rebelde, sobre todo si el causante es Mark E Smith.
Ayer tuve el honor de asistir al segundo concierto consecutivo de The Fall en Edimburgo, un local pequeño, como tiene que ser. La sexta vez que los veo en directo, y a pesar de contar con ciertas constantes, mi querido Mark E parece reinventarse en cada concierto. Esta vez daba una mayor impresión de informalidad, una actitud de estar de paso, como si la cosa no fuera con él.
A menudo, cuando empieza una canción, me da la impresión de que está intentando hablar, comunicarse con el público y pienso: "Pero porqué sigue bailando la gente? No se dan cuenta de que Mark E habla?!" Pero no dice nada, la confundida soy yo, está cantando en su particular estilo. Yo de hecho me lo imagino hablando de la misma forma que canta, con ese deje cansado, terminando cada frase con su mancuniano eeeeeaaaaa: "PONGAME-UNA PIN-TAEEEEAAAA!", "CUAN-TO VALEEEAAA?", "TEN-GO HAMBREEEEAAAA". Yo voy a empezar a hablar así en su honor.
Su actitud en el escenario es la de haber perdido algo importante, se pasea por él con la vista clavada en el suelo, como yo hago cuando se me cae una lentilla, esa es su trademark más cool. Esa, y su forma de vestir, la envidia de muchos camareros.
El resto del grupo estuvo a la altura a pesar de ser reciente. El guitarrista parecía salido de un boyband tipo New kids on the block, con su bailecillo de coreografía y un balanceo de hombros más propio de la escena indie que de la punky. En mi opinión, fuera de lugar.
Yo disfruto mirándolo, me hipnotiza cada gesto, cada mueca, cada movimiento, siento de veras que estoy frente a un genio, un mito. Hay una diferencia entre ir a ver a los Rolling, fosilizados, tocando sus éxitos de siempre y ver a Mark E en plena forma, con tantas cosas que aportar aún.
Por esto, el primero de mis álbumes del mes va a ser Post TLC-Reformation!



Otras cosillas interesantes, Selda, música tradicional turca, funky y voces histérico vaginales. Finders keepers son los responsables de relanzar esta maravilla, que cuenta con temazos como Gitme y Yaz Gazeteci Yaz. Diferente.



Rinder & Lewis - Warriors, contiene disco cósmico elaborado en 1979 que perfectamente podría haber sido compuesto esta mañana. Temas al más puro estilo Lindstrom, material asesino como Love Potin *9 y Blue Steel. Como dato anecdótico, la portada, que por cierto me parece estupenda, es una foto de los padre de Rinder & Lewis durante una fiesta en el campo.