Semana Robótica: Tecnosexualidad

Hoy, día de San Valentín se me ha ocurrido interconectar el tema robótico semanal con el amor. Qué surge si mezclas ambos? La tecnosexualidad o ASFR (alt.sex.fetish.robots). Olvídate de la ubersexualidad, eso es agua pasada, lo último es la enfermedad de los geeks que desarrollan cierto fetichismo por androides.
Ayer se habló de la atracción a lo mecánico, una tendencia dentro de esta opción sexual. Hoy hablaremos del deseo de convertirse en androide, de la transformación. Para ello voy a utilizar las teorías de Katherine Gates en su libro Deviant Desires. Para la autora, el anhelo de mutar en robot es una variación del tema de la cosificación, es decir, del ansia por convertirse en objeto, suprimir toda voluntad para someterse a la de los demás es así, una forma más de masoquismo o bondage. Entre nosotros, son personas con ganas de ser R2D2, o que vieron demasiadas veces Cortocircuito. A mi esta opinión me parece simplista, no hay acaso wanna be robot dominatrix? Si hay alguno entre mis lectores, no dejen de hacérselo saber.
Para fomentar su ambición, los tecnosexuales suelen aplicarse maquillaje metálico, pelucas o cascos, lentillas de colores y se lo montan con disfraces. Conciben su cuerpo como una máquina. Es un proceso similar a la transfiguración de Cristo, pero en la vida real. Edward Gore, autor de varios textos en la materia y tecnomacho, afirma que a muchos de ellos lo que les vá es el tema del malfuncionamiento, por ello repiten palabras en bucle, balbucean y se entrecortan. Llegan incluso a imitar movimientos de robot en su rutina diaria. Describe el caso de un afectado que vestía con licra plateada y le pedía a su mujer que le retorciera los pezones, como si éstos fueran reguladores o mandos que le hacen acelerar o reducir el ritmo.
It's cool to be a robot!


Tecnosexual desesperado