Impregnadas
Nueve meses de sobrepeso y cambios de humor dan para mucho. La supervivencia de la raza humana depende de ese intervalo y como período de tal responsabilidad, la imaginación (o los temores?) de los protagonistas de la evolución de la ciencia ficción han coincidido en explotarlo. Retorcerlo, combinarlo con otros métodos de reproducción, ridiculizarlo y en definitiva, crear mutaciónes tan radicales que no hay quien lo reconozca. Cualquier parecido con una preñada común es pura coincidencia.
Porque hoy no quiero hablar de mí. Hoy es uno de esos días en los que si pudiera me suplantaba por otra persona, y adoptaría nuevos defectos, que ya estoy harta de megalomanías. Hoy le ha tocado el turno al embarazo.
Tanto víctima de tentativas de control natal, como disfrazada de heroina y guerrera, la embarazada es una figura que siempre representa la esperanza, ya sea para la perduración de la raza humana como para la de marcianos, monstrencos, bichos y demonios. Nada de pechos que se hinchan como globos y son causa de dolores y agonías, nada de varices, estrías, depresiones y apetitos elefantiásicos. Lo que interesan son las vísceras y los bebés deformes. Prohibidas por Hays en su temido código, las embarazadas no tienen la inmunidad de la que goza el niño en el cine, incluso me atrevería a decir que la norma es el sacrificio de la madre, tanto física como ideológicamente.
Como el Dewey Decimal System, con el que trabajo, no distingue categorías de embarazo, he decidido rellenar el vacío. Quién sabe, quizá Mr Dewey tenga a bien incorporarlo en futuras ediciones.
Me acosté con un zombie
Dawn of the dead (George A Romero, 1978)
Si un bebé es la vida, Romero invierte su significado para transformar a la preñada en la portadora de la amenaza humana. Recuerdo una película que ví hace años en la que un pervertido mantenía relaciones con el cadaver de una bella joven. Unos meses después, bebés zombies irrumpen en su casa para asesinarlo. Era una película formada por cuatro historias, todas muy macabras cuyo nombre he olvidado pero que su mención sirva también de ejemplo.
Me acosté con un robot
Demon seed (Donal Cammel, 1977)
Seguro que un robot con la adecuada programación, es un gran padre: C3PO, Roy Batty, Bender. Pero Julie Christie hace un dramón de esto.
Malcriada.
Me acosté con un alien y tuve insectos
Slither (James Gunn, 2006)
Adoro esta peli, que tiene uno de los peores embarazos de la historia, y uno de los mejores partos. Una explosion Big Bang que resulta en una nueva via lactea. Insuperable.
Me acosté con un insecto y tuve larvas
Sick Girl (Lucky McKee Masters of horror, 2006)
Una bella historia de final feliz que da esperanza de procreación biológica a la pareja homosexual. Qué más dá que no sean humanos?
Me acosté con el Diablo y tuve una araña
Pro-life (John Carpenter Masters of horror, 2007)
Aborto sí o aborto no cuando estás embarazada del Diablo? El Maligno, además, las elige jóvenes. Nada peor que la pederastia.
Labels: Cine
5 Comments:
Miss Pussy, aún no le he agradecido el descubrimiento de Ramases (que ha sonado varias veces seguidas)y ya tiene tres posts más increibles. Casi toqué esa pistola de huesos! Imagino que habrá visto "À l'intérieur" pese a no ser de los años ni directores que baraja, es otra de embarazada a tener en cuenta.un beso ^-^ http://www.youtube.com/watch?v=42Y1up8GiKE&feature=related
A lo mejor habría que incluir al Alien-Predator de Aliens Versus Predator 2 (que ví ayer, que mala es la condenada, aunque sensiblemente mejor que la primera y la segunda parte de Depredador), que preña a las mujeres embarazadas para expandir su semilla alienígena.
¡Préñame!
estaba pensando que hacía tiempo que no aparecía un monográfico de estos tan suyos por aquí... :)
Por cierto el mejor preñado y parto es el de Rosmary y su puta semilla.
¿Por qué?
Porque no se ve.
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