Identidad y complementos
La semana cultural del instituto culminaba cada año en carnaval y baile de disfraces. El profesorado era el más comprometido a la cita y se esforzaban en sobremanera por ser originales, supongo que entre otras razones, para dar ejemplo y animar a los estudiantes.
El año que cursé 3° BUP, el jefe de estudios (la madre superiora de los colegios estatales) vino vestido de sheriff. Podía haber elegido el traje de indio, pero no. Vino de sheriff, con una enorme estrella en la solapa y un par de pistolas de plástico en las cartucheras. No pude desaprovechar la oportunidad de posar con él en una foto que todavía guardo y que fue víctima de numerosas carcajadas y algún que otro abuso.
La elección no es casual. Mientras se colocaba la chaqueta de flecos debía estar pensando: "Soy el amo del centro", porque más que un disfraz, lo que se puso aquella mañana fue una declaración de principios, un alarde de poder y un mensaje para las masas.
Mucho se ha hablado de la búsqueda de identidad por medio de las indumentarias que lucimos y sí, yo opino que existe una sobrada necesidad por exponer símbolos que concreten nuestras doctrinas y posturas. Algunos objetos se han convertido en eso, en una declaración de creencias, gracias al cual no solo te ahorras explicaciones innecesarias si no que te sirve para disfrazarte, ocultarte detrás de una idea que por lo general, enlaza una moda.
Olvídense de las marcas, la nueva forma de adoptar identidades está en los complementos. Accesorios que como la estrella, desprende pistas acerca de nosotros mismos, indicios que definen la clase de persona que somos. O la que no somos.
Hace un par de semanas Lindsay Lohan fue fotografiada en LA con una tobillera en forma de reloj cronómetro. Su asesor explicó más tarde que se trataba de un medidor del nivel de alcohol en la sangre, como todos sabemos, la pobre participa de un duro programa de desintoxicación... Con esto, Lindsay lanza una imagen de partygoer en vías de desarrollo y reforma, como cuando Paris Hilton se dejaba ver paseando con una biblia entre sus manos. Es un grito de buena voluntad, la lucha personal contra los vicios de los que son víctimas.
Hay otros catalizadores de actitudes:
-Colgantes con piedras energéticas de signos de zodiaco o el propio símbolo: Ya saben, el toro de tauro colgando de una cadena de plata. Aquí lo que el portador trata de decir es: "Sí, tengo un interés malsano en la astronomía y después de preguntar tu nombre, te preguntaré en qué mes naciste. O mejor aún, intentaré adivinarlo. Creo en la predestinación, en la energía y en las compatibilidades y sé cómo calcular una carta astral." Es posible que incluso intenten leerles la mano o echarles las cartas.
-Brazaletes contra el hambre en el mundo: Fabricados mediante mano de obra esclava, las pulseritas make poverty history se desprendieron de todo su contenido solidario para convertirse en un accesorio de moda tras todo el despliegue enfermo que suposo el Live8. Y uno no muy acertado, si me permiten. De hecho, llevarlo en la muñeca no transmitía mensaje alguno más que: "Voy a la moda". Si indagan un poco más en los adeptos a esta categoría, escucharán frases que comienzan de la siguiente manera: "Yo no soy racista, pero..."
-Bolsos de material reciclado: "Me preocupa el calentamiento del planeta, reciclo papel, cristal y envases, utilizo bombillas de bajo consumo, firmé la incorporación de turbinas de viento, compro verduras ecológicas cultivadas localmente, envuelvo mis bocatas en rollo de cocina voy en bici a trabajar." A lo que yo añado: "Y me voy de vacaciones a Tailandia en chárter". Personas de clase media-alta que leen prensa internacional y son susceptibles a las grandes causas.
-Pañuelos étnicos y pachulí: Normalmente conviven en una misma persona. Aficionados al Fair Trade, a los piercings y al yoga. Se definen con ideologias de izquierda aunque les importa más los conceptos abstractos que repetirán en cada conversación: "solidaridad", "paz", "igualdad", "amor", "libertad"... Los que consiguen ser vegetarianos hablarán también de "derechos".
-MP3 + pelo moderno: "Soy sensible a la par que creativo. Un joven de mi tiempo, interesado por la tecnología y el diseño gráfico, despierto pero con toques de sintomático misterio. Para hacerme el interesante o especial, a veces tardo 5 segundos más de la cuenta en contestar una pregunta, como si estuviera en órbita astral, en un universo personal y paralelo."
-Anillos de castidad.
-Pegatinas en el coche con el pez New Born Christian.
-Camisetas con mensaje, chiste o guiño visual.
Si no fuman son "no fumadores" si no beben son "abstemios" o "alcohólicos rehabilitados", si no fornican son "castos". Esto parecen medallas Boy Scout: "Mamá, mamá, he ganado el concurso de no enrollarse con chicas en las tiendas de campaña!" "Bien hecho, cariño."
Si tuviera que inventar mi propio código de colores con los propósitos en mente cada vez que salgo de casa, el resultado sería una cosa así:
Bufanda negra: No estoy de humor. Dejadme en paz, estoy tratando de evitar todo contacto social. Ojalá pudiera hacerme invisible.
Pintalabios granate: Estoy sonriendo, pero en realidad me desagradan todos los de esta sala.
Recogido con ganchos: Hoy no daré a nadie mi número de teléfono.
Escote apuntado: No he donado un penique a organizaciones no gubernamentales.
Falda a la altura de la rodilla: No llamaré a mi exnovio después de unos cuantos gintonics.
Sin mechero: Estoy sin dinero. Normalmente, a final de mes.
13 Comments:
Jjajaja y los que llevamos boina camisetas y sobrecamisas, y muchas pulseras de cuentas de madera?...
Lo de la semántica en el vestir y el accesorizarse lo extendían los victorianos a la decoración, las flores, la caligrafía... Creo que incluso habían manuales con títulos de catadura similar a esta; "Como hacer de una velada elegante la mayor de las torturas"
antes tenía la esperanza de que en la playa, al desaparecer gran parte de la ropa que llevamos normalmente, se esfumarían todos estos prejucios sociales, pero en cuanto llega el domingo y ves el autobus descargando cordobeses...
se ha olvidado usted de los tatoos para los que gusta ir sin ropa. esta vida de pasarela es muy dura, oíga.
Voy a volver a poner de moda las mariconeras de cuero negro y las pulseras Rayma.
¿Hay anillos de castidad?
Ay, Pussy! Qué recuerdos (esos del director disfrazado de vaquero mandamás)...
Sólo te ha faltado comentar algo sobre sus orejas, dos auténticas "tajás de lomo desabrochás".
Un beso de tu compañero de Insti.
Nos vemos en el Dolphis
El pollo
Sufro desvaríos... hace un rato había posteado aquí, y no sé en que rinconcito del ciberespacio ha acabado mi comentario...
Decíale que en la sección mp3+pelo moderno, últimamente la tendencia también es a audicionar el musicódromo ataviado de los aurículares más enormes que puedan encontrarse en tienda alguna. Lo que antaño era una deshonra y un concepto totalmente demodé que podía enviar a uno al destierro social, ahora parece haberse tornado chic. Bigger-cooler, vamos. A un servidor sólo le queda esperar el retorno de aquellos auriculares tamaño industrial, colores rojo o azul, que portaban su emisorita de radio incorporada así como su antena paramécica.
Maese 1977 no acabo de tener del todo claro que la moda de la mariconera/cojonera llegara a pasar del todo de moda. Elementos de lo más celtibérico de nuestras tierras siguen portándolo con ese orgullo que les caracteriza.
yo hace años llevé como complemento un pendiente...ahora solo llevo el agujero en la oreja que me quedó sin cerrar...Significado oculto?..."he evolucionado dejando una etapa atrás". Molaaa :)
dp, los tatuajes en el cuello, esos si que tienen mensaje, coño.
77, yo aún guardo las pulseras Rayma, por si acaso la moda vuelve, se lo juro.
Cesare, mon amour, ca va bien?
Higronauta, a mi lo de conetar el mp3 a altavoces en el autobus me parece una para los bakalas, no? Seguro que llevan el chándal y el peinado en forma de pista de aterrizaje para moscas.
Sin, a mí me queda la marca del piercing que llevaba en el labio. For eve'.
Joder... soy un tio sin personalidad... No llevo complementos... que bajón de autoestima!!!
Bueno si se aceptan gafas de sol cuando hace sol y el piercing de la lengua....
Saludos Pussy!!
En nuestra querida España, al menos en la zona urbana de la ciudad condal, ya le digo que los que llevan esos megaauriculares acolchados son los que lucen de modennos. Bakalas y emepetreses, al menos por acá, pocos pocos. Eso sí, la moda de ir reproduciendo los emepetreses en el móbil para compartir musicologia barriobajera con todo quisque (a la usanza, también, de los viejos loros, empieza a ir más que en aumento, mal que pese (y moleste).
la serie podria ser infinita aunque ha quedado muy bien así. complementos, etiquetas, poses todo forma parte de la misma historia.
Me ha hecho usted reír con sus ocurrencias Pussy, una vez más. Y al describir lo del sheriff he visualizado unos cuantos...je, será porque me toca de cerca. A otros jefes de estudios les mola el rollo "quiero ser actor interpretando papel de tipo duro".
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