Possession

El film más conocido y más distribuído del director polaco Andrzej Zulawski, Possession (1981) combina sus recurridos temas sobre la pérdida del amor y el tormento psicológico con una insana parábola sobre monstruos, extraterrestres y asesinato en Berlín. Una película abrasiva e inagotable de las que te contienen el aliento de principio a fín. Símbolos que se autoencierran y líneas narrativas que te obligan a atar los cabos más inconexos e inesperados.
Al volver a casa de una misión guvernamental, Marc (un genial Sam Neill) descubre que la relación con su mujer Anna (estupenda cuando histérica Isabelle Adjani) se ha desintegrado y lo único que queda es hostilidad. Obviando a su hijo común, Marc y Ana de desgarran el uno al otro, literalmente y metafóricamente. Marc entonces contrata un detective privado, el cual descubre el affair que ella está teniendo con Heinrich (Heinz Bennet). Sin embargo éste es de la opinión que ella lo engaña con un tercero, que vive en un destartalado apartamento. Desgraciadamente, los intrusos que se aventuren en el mismo descubriran que aquello con lo que Anna está liada no es precisamente humano.
Técnicamente asombrosa, la cámara ondula y zigzagea a manos del cinematógrafo Bruno Nuytten, por aquellos entonces, novio de la Adjani. Yo me pregunto si esa será la razón por la que sea la película en la que más bellísima salga. Realmente aparenta poseida, chilla en cada línea del guión y solo por la siguiente escena merece todos los premios del mundo. Tras una discursión con su marido, atraviesa el metro en dirección a su nueva vida. En esta escena de 3 min., se transfigura, sus ojos se pierden y las convulsiones la situan en otra dimensión.



Este personaje se alterna con la profesora de danza Helen (también interpretado por ella), la nueva a mante de Marc y el doppelgeimer de Anna.
Cuando la cinta llegó a EEUU en 1982 fue víctima de una verdadera carnicería. Cortaron 50 minutos y alteraron el orden de los hechos (!). Eliminaron también la música, sustituyéndola por una banda original genérica de terror y editaron la luz, saturando la peli con un exceso de luz sin razón aparente. El resultado fue tan desastroso que de alguna forma arruinó la reputación de los que participaron en la original.