Las chicas son guerreras

Estoy de celebración y enhorabuena, la brutal I spit on your grave (también llamada Day of the woman, Meir Zarchi, 1978) ha sido lanzada en DVD, y es por ello que voy a dedicar un post a violaciones, venganzas y chicas guerreras. Antes de empezar, he de hacer un llamamiento: Sensibilidades impresionabes, almas sensibles y espíritus delicados, abstenganse de seguir leyendo, que hoy me encuentro especialmente fronteriza.
Si pensamos en la representación de la mujer durante los 90, vemos algunas constantes que supusieron un cambio en el esteriotipo: Atracción fatal, Instinto básico, Nikita, La muerte y la doncella muestran cómo féminas pueden llegar a ser más peligrosas que los hombres. Esta tendencia fue un préstamo del cine de explotación de bajo presupuesto, de títulos como I spit on your grave, Angel of Vengeance, Boy meets girl y Transgression: estos son ejemplos de pelis en las chicas son guerreras, o bien a traves de venganzas atroces, o bien a traves de actos despiadados sin razón aparente. Fue La última casa a la izquierda la que puso el tema de la violación en el punto de mira del arma productiva del cine B, pero no es un caso a tratar aquí, ya que el castigo a los viene a manos de los familiares de las víctimas.
I spit on your grave tiene una de las violaciones más salvajes y explícitas que jamás he visto. Para aquellos despistados que no la han visto, la resumiré en un par de frases: Jennifer, una joven y atractiva escritora neoyorkina protagonizada por Camille Keaton (nieta de Buster) alquila una cabaña en el campo para trabajar en su última novela. Alli, la panda de vándalos locales la viola. A la violación colectiva o en “banda” yo le encuentro el paralelismo del deporte de equipos, el grupo toma total responsabilidad, aunque uno a uno van contribuyendo con sus actuaciones, asi como el papel del espectador es esencial. A esto se le añade la confrontación que en la peli supone la violación del campo sobre la ciudad: los habitantes de las grandes ciudades son a menudo representados como personas sofisticadas y civilizadas, mientras que la gente de campo es falta de disciplina, necia y vulgar: este es un caso de violación de lo rústico sobre lo urbano. Pero la venganza será tomada con métodos rurales. Es por esto que la peli ha sido siempre clasificada de feminista… yo no iria tan lejos, porque al fin y al cabo la violación viene justificada por uno de los criminales en estos términos: “That thing with you was a thing that any man would have done. You coax into the gas station and expose your damn sexy legs to me, walking back and forth real slow, makeing sure I see’em good… and then, you’re lying in the canoe in your bikini, just waiting” Y es que por una razón o por otra son siempre los personajes femeninos los culpables de estos asaltos: en este caso, la culpa es de ella por ser atractiva. Es la misma motivación que en La muerte y la doncella: “That’s why you raped me? cause I was beautiful?” y que en Faceless de Jess Franco, el cual nunca se ha preocupado por ocultar su misoginia. En Angel of vengeance (también llamada Ms. 45, Abel Ferrara, 1981), la culpa recaerá sobre la agredida por no comprar un arma o no tomar clases de karate.
A mi esto de las representaciones siempre me ha divertido porque tan pronto como afirmas un hecho, surge el opuesto. Quiero decir con esto que la representación femenina nunca es del todo positiva, pero lo es acaso la masculina? Todos los hombres son violadores y enfermos, asi que no se deja títere con cabeza. Y además, nos gusta lo macabro: si no hay violencia, no hay venganza, y las venganzas de mujeres son mi plato favorito. De las chicas que pelean y ganan no me cansaré nunca, sea cual sea el motivo que las ha empujado a hacerlo, pero puestos a buscar un icono para las feministas en slashers, hemos de dirigir nuestra mirada a la acción tomada por mujeres que no han sido impulsadas al crimen por el salvajismo masculino, como lo es Boy meets girl: “Mato porque sí, porque quiero, porque me gusta, es que acaso ellos necesitan explicación?” Esa deberia de ser la linea de acción de las femme fatales postmodernas. En I spit on your grave la venganza es insuflada a traves de la violencia masculina, es el hombre el que le da licencia para matar. Ella no quiere ser cruel, se ve obligada a ello, esto lo vemos cuando antes de comenzar Jennifer va a la iglesia a pedir perdón por lo que va a cometer. En Transgression (Michel di Paolo, 1994), una mala copia de Boy meets girl, vemos a Anne-Marie recogiendo ligues de bares y torturándolos en casa, pero a diferencia de ésta última, la causa es la manipulación de su perturbado novio: Las acciones de Marie son controladas y supervisadas por el Dr. Zarem, una especie de Hannibal Lector engominado. Las acciones de la protagonista se convierten asi en un mero cumplimiento de órdenes falocráticas. Lo que podia haber sido mi horoina es transformado en una esclava: Si en I spit on your grave y Ms 45 el hombre da a la mujer derechos para asesinar, en Transgression se los quita.
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