El productor chiflado

Mientras se celebra el juicio de Phil Spector, acusado de asesinato en Los Angeles, he reparado en lo siguiente: hay más posiblidades de triunfar como productor de música si cuentas entre tus cualidades personales con altas dosis de arrogancia y soberbia, cierta tendencia al aislamiento y unos toques de locura (tendencias maniaco-depresivas, esquizofrenia, oligofrenia, cualquiera vale). Esa es la fórmula del triunfo, aunque aconsejo también el desarrollo de un problema con la bebida y/o las drogas para el toque mágico, y si no funciona, al menos te lo habrás pasado bien. De Spektor, más conocido por ser el creador del wall of sound, es bien sabida su afición por su consumo diario de Prozac, Clonopin y Neurontonin, un coctel que ríete tú de Poli Diaz y por su impredictibilidad y peligro para con músicos: tirarlos del estudio, apuntarles con pistolas, chillarles, insultarles... Un freak del control que al fin y al cabo es uno de los mejores productores salidos del pop. Pero hay otros casos:

-Lee "Scratch" Perry: Más que un músico, un mago que consideró el proceso de la producción como un ritual voodoo, extrajo personajes de pelis de serie B (King Kong y Bruce Lee) y los convirtió en orishas a los que invocar en sus encarnaciones de reggae dub. Trató sus grabaciones maestras como encantos mágicos siendo colgadas de árboles, enterradas en su jardín y colgadas como cuadros. Ah! Hizo construir una charca dentro del estudio.



-Jack Nitzsche: Ideólogo tras el Wall of sound de Spektor, Nitzsche trabajó con los Stones y Neil Young. Su adicción a las drogas y al alcohol derivó en un comportamiento violento que culminó en la retransmisión de su su arresto por escándalo público en un reality show. Murió en el 2000 de un ataque al corazón.



-Jim Steinman: Este productor reclusivo juntó todos los elementos combinados en el nacimiento del rock y los convirtió en mito (juventud, reveldia, actitud): Bat out of hell es una opera rock dedicada a Meatloaf... con toques Broadway, Dracula, Wagner y Peter Pan.



-Joe Meek: Convencido de estar guiado por el espíritu de Buddy Holly, Meek fue el primero en experimentar con música electrónica a principios de los 60. Su estudio londinense produjo éxitos adolescentes y ruidos extraños hasta que en 1967, obsesionado con lo paranormal y atormentado por su homosexualidad, se pegó un tiro justo después de asesinar a su casera.



-Kim Fowley: Productor de pop melódico y macabro sociópata, Kim fue la figura base tras The Runaways. Desrito por su cantante como una absoluta bestia, Kim utilizó su talento para convertir su misantropía en pop.



-Serge Gainsbourg: Qué voy a decir de Serge que no se haya dicho ya..? Animaba a sus cantantes femeninas a forzar sus voces para que sonaran más orgásmicas y escandalizó Francia con una oda al incesto cantada con su hija Charlotte.



-Sergio Andrade: El Midas de la música Mejicana, gozó de éxito mundial durante los 80-90 hasta que se decubrió que las menores que él y Gloria Trevi contrataban como cantantes de coro eran en realidad utilizadas como esclavas sexuales de la pareja. Dos años de huida por Brasil hasta que fueron capturados y extraditados. Andrade fue sentenciado a 7 años de cárcel pero fue liberado tras pagar una multa a la víctima que lo habia acusado.



-George Clinton: LSD líquido transformó a este barbero de Nueva Jersey en el líder de Funkadelic que tomó, junto con el resto de miembros, la identidad de extraterrestres construyendo una auténtica cosmologia en torno a esta idea.



-Tsunku: Para el deleite de numerosos japoneses, Tsunku ha creado un exhaustivo culto musical en torno a la vida privada de adolescentes... Un fetichista con complejo de Pygmalion que lleva producidos centenares de albumes de japo-pop, entre ellos Morning Musume.