La última doncella
Un molinero amaña la boda de su hija con un candidato de apariencia rica. La doncella siente cierta repulsión por el elegido y una noche en la que ha de cruzar el bosque para hacerle una visita, es avisada por el cocinero de que en realidad se trata de un criminal y un canival. Escondida tras un barril, contempla el asesinato de una joven a manos de su prometido. La descuartiza, espolvorea sal sobre el cuerpo troceado pero se detiene cuando ve un bonito anillo en uno de los dedos. Intenta sacarlo pero no puede y en un ataque de rabia utiliza el hacha para coratar el dedo, el cual sale disparado por el aire para dar a a parar en el regazo de su futura esposa. Ella se escapa y el dia de la boda utiliza el dedo como prueba de sus fechorias. El novio es ejecutado por los invitados (The robber Bridegroom, los hermanos Grimm). Este cuento puede ser interpretado como el paso ritual de la mujer en el que la experiencia sexual es percibida como algo violento y traumático: la venganza es castigada con la muerte. Este cuento tiene algo en común con el de Barba Azul de Charles Perrault cuya esposa no puede resistir la tentación de abrir la habitación prohibida. Alli encuentra un suelo cubierto en sangre y los cuerpos de las antiguas esposas cuyas gargantas Barba Azul habia cortado. Finalmente el villano muere a manos de los hermanos de la joven.
Esta es la tradición que nos llega del S XIX que ilustra el miedo a las relaciones sexuales, cuentos en general violentos. El S XX se sirve del género del terror para comunicar este mismo mensaje, o si no, de dónde proviene La matanza de Texas? Coincide con ambas narraciones en la obsesiva repetición de actos violentos, habitaciones secretas ensangrentadas, la acomulación de cadáveres y sobre todo la figura de la doncella perseguida.
Este hilo argumentativo lo hemos visto millones de veces: Chica intrépida y algo ingenua ve a todas sus amistades morir mientras intenta salvar su propio pellejo de un asesino, que terminará, o no, castigado: Sally de La matanza, Laurie de Halloween, Nancy de Pesadilla en Elm St., Sydney de Scream. Estos personajes a lo largo del film crecen en seguridad y en ingenuidad al mismo tiempo, un proceso estimulado por la popularidad que adquiere entre los espectadores. Y es que el género de terror dista del arte y ensayo en cuanto a que se convierte en una fuente de posicionamientos frente al género y al sexo plenamente subculturales. El rol revela que la ambiguidad del género es dominado por la figura materna en el que el hombre-psicópata-sexualmente-confuso es castigado con la muerte a manos de una chica masculinizada. El término subcultura se ha utilizado por historiadores para describir secciones marginales de la sociedad, bien por pobreza, bien por orientación sexual. Más comúnmente en los pasados 40 años se ha utilizado para describir movimientos segregales opuestos al mainstreem: ciertos comics, explotation, horror flicks equivalen a la tradición oral medieval de las narraciones anteriores. Es también común el proceso de absorción de ciertos aspectos de esta tendencia por la cultura dominante.
Una última corriente en slashers ve la figura femenina brutalmente castigada a una muerte dolorosa: Wolf Creek, Swichblade Romance (Haute Tension), The house of 1000 corpses, The devil's rejects, Satan's little helper, Cabin Fever... Un cambio en el terreno de la subcultura precide un futuro giro en la cultura dominante, que aún está por venir.
7 Comments:
Totalmente de acuerdo...es lo que, en las solapas de los libros, ponen los editores: "los grandes temas..."
Ah, mira que bien. Ahora que lo pienso, lo mismo ocurre en los libros de aventuras y ciencia ficción de principio de siglo, nada más hay que ver el papel de Jane con respecto a Tarzan.
A mí Haute Tension me decepcionó bastante. Me esperaba mucho más después de haber leído cosas y de que alguna gente me la recomendase fervientemente. No es una ful, pero donde estén los slasher de los 70 y los 80 (incluso los malos)...
Hace un par de años Haute Tension inauguro mi festival de terror favorito, y me flipó. Me parece que recupera muy bien precisamente esas slashers de los 70 que tu hablas.
Ala, me voy a emborracharme. Buen fin de semana!
A mí me gustaron ciertos toques gore bastante bestias (se echa eso de menos en el género actualmente), pero la peli en sí no me pareció gran cosa.
Yo hablando de Gilles de Rais y tú comentando el cuento de Barba Azul, estas coincidencias...
Jejeje.
Ah, y yo ya me he cargado con el hacha. No me voy a quedar de brazos cruzados esperando a que cualquier psycho desaprensivo venga a por mí. Ataco primero.
¡Besos!
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